Nuria No Pérez
Dermatóloga de Centro Médico Pontevedra
La hiperhidrosis, o exceso de sudoración, es una condición frecuente que puede causar problemas a nivel social, emocional e incluso tener consecuencias laborales, como explicaremos a continuación. Además, está asociada con un aumento de enfermedades cutáneas como la dermatitis y la infección por bacterias, hongos y virus.
Dermatóloga de Centro Médico Pontevedra
La hiperhidrosis, o exceso de sudoración, es una condición frecuente que puede causar problemas a nivel social, emocional e incluso tener consecuencias laborales, como explicaremos a continuación. Además, está asociada con un aumento de enfermedades cutáneas como la dermatitis y la infección por bacterias, hongos y virus.
Esta condición médica se define como la secreción de sudor en cantidades
mayores de las que fisiológicamente serían necesarias para la regulación de la temperatura corporal (termorregulación).
Las glándulas sudoríparas ecrinas son las que se encargan
mayoritariamente de la producción de sudor; éstas son muy numerosas
y se encuentran distribuidas a lo largo de todo el cuerpo, con
especial concentraciónen en las palmas de las manos, las plantas de
los pies y las axilas, así como también en la cara y el cuero
cabelludo.
La función de estas glándulas es controlada por el sistema nervioso
vegetativo (una red nerviosa autónoma, ajena al control voluntario, que se encarga de nuestras funciones fisiológicas como el control de los músculos intestinales o los latidos cardíacos, por ejemplo), y que, en el caso de la sudoración, utiliza como neurotransmisor la acetilcolina.
Se distinguen
las formas primarias o idiopáticas (propias del individuo y que no son debidas a ninguna otra enfermedad) y las secundarias (debidas a otra enfermedad, como por ejemplo un hipertiroidismo). Las formas
primarias suelen ser localizadas, afectando principalmente a las
palmas de las manos, las plantas de los pies y/o a las axilas. Las formas secundarias suelen ser
generalizadas.
La
hiperhidrosis primaria localizada afecta al 1-5% de la población,
pudiendo empezar a manifestarse ya desde la infancia, como decíamos, en palmas de las manos, axilas, cabeza y/o cuero cabelludo más frecuentemente, y son las principales candidatas a tratamiento específico (en la forma secundaria, lo idóneo sería tratar la enfermedad que la originó en primer lugar).
NO SÓLO CONSECUENCIAS ESTÉTICAS
Como decíamos al inicio, esta condición médica, aunque no la consideremos una patología grave per se, sí tiene consecuencias indirectas, que van de las más estrictamente sanitarias (dermatitis e infecciones por gérmenes en zonas crónicamente húmedas), a consecuencias también psicosociales (complejos físicos y estéticos por tener visible y permanentemente húmeda la zona axilar de la ropa o las manos), e incluso laborales, dado que la hiperhidrosis palmar supone un gran perjuicio para agentes comerciales o empleados de banca, que a menudo se encuentran el rechazo de un potencial cliente al dar un simple apretón de manos; o profesionales que deben trabajar con traje y corbata y proyectan sensación de falta de higiene por unas extensas áreas sombreadas en la zona axilar de la camisa o la aparición de malos olores.
La hiperdrosis axilar puede perjudicarnos, incluso en nuestro entorno laboral |
TRATAMIENTO:
Como
tratamiento, los antitranspirantes tópicos que contienen cloruro de
aluminio son los más empleados; sin embargo, su eficacia en
hiperhidrosis moderadas y severas es escasa. Aquellas personas que no
logran buenos resultados con los tratamientos tópicos pueden
beneficiarse del uso de toxina botulínica. La toxina botulínica
bloquea la liberación de acetilcolina (como decíamos más arriba, es el neurotransmisor que manda "trabajar" a la glándula sudorípara),
reduciendo, por tanto, la producción de sudor. Éste es un método
de tratamiento que se ha demostrado seguro y eficaz.
El
tratamiento consiste en la inyección de la toxina en el área a
tratar con una aguja fina. En general, la punción es poco dolorosa y
bien tolerada. Los efectos secundarios son mínimos, pudiendo
aparecer, en algunos casos, irritación local o pequeños hematomas
en los puntos de infiltración que desaparecen en pocos días.
Los efectos
beneficiosos se inician a los 2-4 días del procedimiento y suelen
durar entre 6 y 8 meses, lo que permite a los pacientes normalizar
sus actividades cotidianas. El tratamiento se puede realizar a lo
largo de todo el año, en general una o dos veces, pero la mayoría
lo prefiere en la época estival,pues es cuando mayores beneficios
reporta.
CONTRAINDICACIONES:
Existen
algunas contraindicaciones para la inyección de toxina botulínica
como pueden ser el embarazo y la lactancia, padecer ciertas enfermedades
neuromusculares, la alergia o la hipersensibilidad a la propia toxina o a los
excipientes de su formulación como la albúmina, así como estar
recibiendo tratamiento con algunos fármacos o presentar infección
de la piel en el área a tratar.
Si tienes
alguna duda no dudes en llamarnos y te informaremos de todo. En todo caso, antes de iniciar cualquier tratamiento de este tipo es importante una consulta con un dermatólogo que confirme el diagnóstico de hiperhidrosis y descarte la presencia de alguna contraindicación, para poder iniciar el tratamiento con garantías.
Para localizarnos puedes hacer click en este enlace de nuestro propio blog: http://centromedicopontevedra.blogspot.com/p/como-encontrarnos.html
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