Cecilia Otero Dadín
Psicóloga experta en Neuropsicología
El
Servicio de Atención Infantil del Centro Médico Pontevedra aúna dos
unidades de intervención: la Unidad de Atención Temprana, que atiende a
niños entre 0 y 6 años de edad, y la Unidad de Atención Infantil, para
niños a partir de los 6 años de edad. Ambas unidades están formadas por
profesionales que llevan a cabo la atención integral del niño: pediatra,
neuropsicóloga, psicóloga, logopedas y terapeuta ocupacional. Estos
profesionales evalúan e intervienen sobre las alteraciones del
desarrollo detectadas en los niños de cualquier edad. ¿Cuándo un padre
debe contactar con nosotros?
Las vías por las que nos llegan las
primeras señales de alarma acerca del desarrollo de nuestros hijos son
múltiples. Puede ser el pediatra el que advierta que hay un retraso o
una alteración en el desarrollo del niño, puede ser la guardería o
colegio los que informen de que algo no va bien, o podemos ser nosotros
mismos los que veamos algo en nuestro hijo que nos resulte extraño o nos
llame la atención. Una vez detectado esto, el siguiente paso sería
contactar con un equipo de atención específica.
Los equipos de
atención temprana o atención infantil tienen como objetivo establecer el
perfil de desarrollo global del niño, para a partir del mismo detectar
posibles retrasos o alteraciones, y diseñar un plan de intervención
adaptado a las necesidades particulares de cada niño. Pero, ¿cuáles son
los pasos a seguir?
Una vez se ha hecho la derivación al equipo
de atención específica, los padres establecen el primer contacto con el
mismo. A partir de aquí, lo que ocurre es lo siguiente:
- En la
primera visita de los padres al centro, se recogen los datos de
contacto, se realiza una primera entrevista donde se recoge información
acerca del estado biológico, psicológico y social del niño, y se les
informa sobre el funcionamiento del centro.
- Posteriormente,
en una segunda cita, se realiza la valoración integral del desarrollo
del niño. La psicóloga valora el estado cognitivo, adaptativo y social
del niño, utilizando un amplio abanico de pruebas estandarizadas, y de
estrategias de observación. Normalmente, es necesaria también la
valoración por parte de otros profesionales, como logopeda y terapeuta
ocupacional que, en citas sucesivas, valoran las áreas comunicativas,
psicomotoras y sensoriales del niño. Además de la información obtenida
de los padres y de la propia valoración, también se suele recoger
información proveniente del centro educativo al que asiste el niño, por
lo que es habitual que el equipo de valoración se entreviste con el
tutor, el orientador y el personal de apoyo específico del colegio o
guardería.
- El equipo de evaluación se reúne y pone en común
las observaciones realizadas. Se elabora un informe en el que se
describen con detalle las condiciones físicas y psicológicas del niño, y
la necesidad o no de asistir a tratamiento. Si el tratamiento es
necesario, el equipo diseña un plan de intervención personalizado y
adaptado a las necesidades individuales de cada niño. Este plan se
desglosa en objetivos a corto y largo plazo y en actividades que ayuden al niño a alcanzar el grado de desarrollo adecuado.
- Se cita a los padres a una nueva consulta en la que se les entrega el
informe realizado, y se les explica con detalle. En esta consulta se les
expone el plan de intervención necesario, de ser el caso, resolviendo
todas las dudas que puedan surgir.
- El plan de intervención se
pone en marcha. Durante el mismo, el equipo de intervención se pone en
contacto, de nuevo, con el centro educativo, para intentar aunar
objetivos y coordinar las intervenciones. Asimismo, se informa a los
padres periódicamente de la evolución del niño, así como de las
actividades que ellos pueden realizar en casa para reforzar lo trabajado
en el centro.
- Los objetivos planteados se revisan con cierta
periodicidad. Si surgen necesidades nuevas, estas son incorporadas al
plan de intervención, flexible y adaptable a cada momento evolutivo. Una
vez alcanzados los objetivos y en ausencia de nuevas necesidades
terapéuticas, el equipo de intervención, de acuerdo con la familia y el
personal educativo, plantea el alta terapéutica.
- Una vez dada
el alta, se realizan revisiones periódicas, en las que se comprueba el
mantenimiento de los objetivos alcanzados. La periodicidad de estas
revisiones va a depender de la edad del niño y de la naturaleza de las
alteraciones del desarrollo trabajadas en su momento.
El
objetivo principal de este procedimiento es acompañar al niño y a la
familia en el camino hacia un desarrollo lo más adaptativo posible,
escuchando siempre las demandas tanto de la familia como del centro
educativo, y, por supuesto, velando en todo momento por el bienestar
integral del niño.
Si necesitas más información, o tienes dudas
acerca de la necesidad de realizar una valoración, no dudes en ponerte
en contacto con nosotros. Te daremos una primera cita informativa
gratuita, en la que puedes exponernos el caso de tu hijo y podremos
asesorarte sobre el mejor procedimiento a seguir.
Puedes ponerte en contacto con nosotros en nuestra recepción o llamando al 886 20 20 30.