Médico de Familia
Muchos
de los que comenzarán a leer este artículo, si son padres de niños
pequeños, a estas alturas ya habrán leído o participado en hilos
de Whatsapp con auténticas diatribas sobre si vacunar a los niños
contra el meningococo B y con anuncios por parte de algún miembro de
que se ha enterado de "un nuevo caso de meningitis" en el
colegio de al lado, que le ha contado una persona de confianza.
Antes
de comenzar, deberíamos desmontar un error semántico que es muy
responsable de muchas de alarmas inmotivadas que surgen cada vez que
hay una sospecha de meningitis. Porque es muy importante recordar que
no todas las meningitis (ni mucho menos) son causadas por
meningococos, ni todas las infecciones por meningococos consisten en
meningitis. A día de hoy, está claro que aquél que "bautizó"
a este tipo de bacteria (una neisseria) con el desafortunado nombre
de "meningococo", no sabía a lo que iba a exponer a una
serie de personas mal informadas.
Comencemos
pues con la definición de la meningitis: La meningitis es, por ovbio que parezca, la inflamación de las capas meníngeas del
encéfalo, del mismo modo que la pancreatitis es la inflamación del
páncreas o la hepatitis, la inflamación del hígado. Estos nombres,
aluden al órgano inflamado, pero no a su causa, que puede ser, en
estas tres enfermedades, de muchas naturalezas (infecciosas víricas,
bacterianas, parasitarias, autoinmunes, etc).
En
el caso de la meningitis, pueden ser 1) víricas (una gran proporción de
los casos totales, según los datos que manejamos), la mayor parte de
pronóstico benévolo, salvo ciertos casos concretos. Los virus más
frecuentes son enterovirus no-polio, pero también el de las paperas,
algunos virus de la familia herpética, etc). Su importancia casuística pueden verla en este recuadro:
Incidencia de meningitis víricas de 1997 a 2011 Fuente: Boletín Epidemiolóxico de Galicia, Vol. XXV (puede hacer click para agrandarla) |
2) Otra
causa frecuente son las meningitis bacterianas. En este grupo
encontramos, como causantes habituales hasta hace poco:
-
Meningococo: el más "famoso", aunque como decíamos, menos
frecuente que ciertos virus. Cuando causa un cuadro de meningitis
propiamente dicha, suele responder bien al tratamiento antibiótico
precoz. Existen varios serotipos (A, B, C, W135...). Hasta hace relativamente pocos años, el serotipo C tenía una incidencia elevada, y gracias a las campañas vacunales, su presencia cada vez es más anecdótica en Galicia. Esto ha hecho ganar peso relativo al tipo B, que no ha aumentado en frecuencia, pero no ha disminuido tan drásticamente como el C.
-
Haemofilus influenzae: En vías de desaparición en Galicia gracias a
las campañas de vacunación (provocaba infecciones letales de otros
tipos con cierta frecuencia).
-
Neumococo: Una de las causas más temidas. Aunque poco frecuentes,
cursa con un cuadro más complicado que el meningococo, y
frecuentemente deja secuelas si el paciente sobrevive.
-
Otros: Estafilococos, estreptococos, pseudomonas, etc, también con
cuadros graves pero de escasa incidencia en el niño hoy en día.
Aparte
de las víricas y bacterianas, también existen otras causas de menor
frecuencia, tales como las autoinmunes, por hongos, parásitos,
tumores, etc...
En
resumen, meningitis simplemente implica enfermedad que cursa con
inflamación de las membranas meníngeas. Es una denominación
demasiado amplia, que debería acompañarse del causante, si queremos
sacar conclusiones sobre qué impacto va a tener sobre posibles
contagios y tratamientos.
Ahora,
vayamos a la definición del meningoco: Se trata de una bacteria, la
neisseria meningitidis, perteneciente a las neisserias, familia a la
que también pertenece el gonococo, causante de la gonorrea (neisseria gonorrhoeae) y ciertas
bacterias de la flora nasofaríngea normal.
Esta
bacteria, de nombre capcioso (hace creer que su territorio exclusivo
es la meninge), provoca más tipos de infecciones que simplemente una
meningitis bacteriana (que cura en un buen número de casos con
tratamiento antibiótico, sin secuelas). Además de meningitis, en
otros individuos puede provocar también cuadros locales en las vías respiratorias, e incluso
también un cuadro séptico (infección sanguínea diseminada), que
en algunos casos evoluciona de un modo fulminante, y es esta sepsis
meningocócica la verdadera causante de la merecida mala fama del
meningococo. Pero el paciente que fallece de esta causa, no ha
fallecido de una inflamación meníngea, sino de una infección
sanguínea masiva y fulminante por un germen al que a alguien se le
ocurrió llamar meningococo.
Por
lo expuesto, y dado que meningococo no implica meningitis, y que la
meningitis no implica meningoco, mi consejo es que, antes de propagar
información sobre "un caso de meningitis" que le acaban de
contar, pida información a la persona que le ha informado en primera
instancia, para que sea más específica.
Vayamos
ahora a la respuesta a algunas preguntas que surgen ante la reciente
epidemia:
-
¿Estamos ante un brote epidémico de enfermedad meningocócica por
serogrupo B?
No, ¡al contrario!.
Las estadísticas que exhibe la Xunta de Galicia demuestran que no
estamos ante un aumento en la casuística de enfermedad por
meningococo, ni siquiera del serotipo B, estando ante una disminución
sostenida de todos los tipos desde antes del año 2000. Sin embargo,
desde hace algo más de un año, vemos una proclamación a los cuatro
vientos de cada caso diagnosticado de enfermedad meningóocócica, e
ignoro hasta qué punto puede ser por la volatidad de la información
en la era de internet y de los whatsapps, o por el interés de
ciertos medios en publicar enfermedades que alarmen al lector. Como
hemos dicho un párrafo más arriba, sean prudentes cuando
interpreten los rumores.
En el gráfico que aportamos inmediatamente bajo estas líneas, podemos ver cómo ha bajado la incidencia de enfermedad meningocócica en general y en menor medida, la enfermedad meningocócica causada por el serotipo B. La principal causa es la erradicación del meningococo C gracias al calendario vacunal (la vacuna contra el tipo C es suministrada gratuitamente por la Consellería de Sanidade, y es eficaz contra el serotipo históricamente más frecuente en Galicia). A consecuencia de ello, quedan pocos casos de enfermedad meningocócica en Galicia, pero de esos pocos casos, el 80% son por serotipo B.
En el gráfico que aportamos inmediatamente bajo estas líneas, podemos ver cómo ha bajado la incidencia de enfermedad meningocócica en general y en menor medida, la enfermedad meningocócica causada por el serotipo B. La principal causa es la erradicación del meningococo C gracias al calendario vacunal (la vacuna contra el tipo C es suministrada gratuitamente por la Consellería de Sanidade, y es eficaz contra el serotipo históricamente más frecuente en Galicia). A consecuencia de ello, quedan pocos casos de enfermedad meningocócica en Galicia, pero de esos pocos casos, el 80% son por serotipo B.
-
¿Es una irresponsabilidad llevar a mi hijo sin vacunar contra el
meningococo B?
Definitivamente, no. Como pueden ver en las gráficas que publicamos del INE, en el 2012, por ejemplo, fallecieron 58 niños en edad pediátrica en accidentes de tráfico, frente a 7 por enfermedad meningocóccica. 41 niños fallecieron por ahogamiento, 13 por caídas accidentales. Según las estadísticas que maneja la Xunta de Galicia, el NNT (número de pacientes a tratar para evitar un caso -no una muerte, un caso-) de enfermedad por meningococo B, es de unos 7426. Es decir, por cada 7426 niños vacunados se evita un caso(Venres Epidemiolóxico Vol 4, nº 10).
Definitivamente, no. Como pueden ver en las gráficas que publicamos del INE, en el 2012, por ejemplo, fallecieron 58 niños en edad pediátrica en accidentes de tráfico, frente a 7 por enfermedad meningocóccica. 41 niños fallecieron por ahogamiento, 13 por caídas accidentales. Según las estadísticas que maneja la Xunta de Galicia, el NNT (número de pacientes a tratar para evitar un caso -no una muerte, un caso-) de enfermedad por meningococo B, es de unos 7426. Es decir, por cada 7426 niños vacunados se evita un caso(Venres Epidemiolóxico Vol 4, nº 10).
Además,
en vista de las estadísticas de mortalidad infantil, podemos ver
como puede parecer más razonable hacer que nuestro hijo lleve diaramiente un
chaleco salvavidas para evitar ahogamientos y un casco militar para
evitar accidentes con traumatismo craneoencefálico; causas, a fin de
cuentas, más probables, y por tanto más amenazantes que el
meningococo. Pero no lo vamos a hacer, porque en este caso, nos
sentiríamos estúpidos. La diferencia con las enfermedades de este
tipo, es que apelan a nuestros miedos atávicos para persuadirnos de
actuar, para no vivir con el miedo de que el niño pueda fallecer
por una enfermedad evitable. El miedo a esas otras causas, que, en
realidad son amenazas mayores para nuestros hijos, las minimizamos,
pensando que eso es un problema de los padres descuidados, pero al
nuestro no le va a pasar eso (pero pasa). También minimizamos el miedo a un accidente de tráfico (recordemos, 58 niños fallecidos), porque somos muy buenos conductores, a diferencia de los demás a los que les vociferamos y les tocamos el claxon.
Análisis de fallecimientos en edad infantil en 2012. Enfermedad meningocócica vs otras meningitis vs accidentes Fuente: Instituto Nacional de Estadística(puede hacer click para agrandarla) |
Lo
que pretendo mostrar con estas estadísticas es que, si usted vive en una
situación económica desahogada y no supone ningún esfuerzo
económico para usted inmunizar a sus hijos, no hay problema: Es
inocua, y todo hace pensar que es eficaz.
Pero,
si por el contrario, usted no puede permitírsela, en ningún momento debería pensar que está
usted haciendo el kamikaze con su hijo evitando la vacuna, y, por ese rango de
precio, existen inversiones mucho más útiles para proteger la
vida de su hijo, como adquirir un sistema de sujección de la mejor
calidad disponible, para llevar a su hijo en coche durante los
desplazamientos, y por supuesto utilizarlo siempre y sin excusas (aún en trayectos cortos urbanos, existe riesgo de accidente, y el niño siempre debe ir bien sujeto).
Como
resumen final, recuerden: Cuando “oigan sobre un niño que está
con meningitis”, sean cautos, intenten averiguar a qué se
refieren, corremos el riesgo de confundir cosas que no tienen
relación entre sí. Si no logran averiguarlo, mi consejo es que no
causen más angustia en las personas que saben gestionar mal el
estrés de estas situaciones. No propaguen información no
contrastada o incompleta.
Y
con respecto a la vacuna... Si no pueden vivir con el miedo, y tienen
una situación económica desahogada, no es lesivo vacunarle. Pero no
olviden que se angustian ante una enfermedad que está en mínimos
históricos a nivel de incidencia, y que una serie de gestos como no
apretar tanto el acelerador, identificar fuentes de peligro de
accidentes en su hogar, una buena educación vial urbana para su hijo
(para evitar que irrumpa en la calzada), o una buena silla de
sujección para el coche, son una solución más útil, más económica y previenen más el riesgo de muerte (y no
son excluyentes de poder poner además la vacuna, claro).