jueves, 22 de noviembre de 2012

Mi hijo no come

Algunas claves para los padres con niños con trastornos de la conducta alimentaria.


Cecilia Otero Dadín.
Neuropsicóloga.


Un motivo común de consulta en pediatría y psicología infantil son los trastornos de la conducta alimentaria, "el niño que no come": ¿Se niega tu hijo a comer?, ¿Es muy lento comiendo?, ¿Se levanta continuamente de la mesa?, ¿La hora de comer se traduce en rabietas y lloros?


Si la respuesta es afirmativa, probablemente estemos hablando de un trastorno de este tipo. Una inmensa mayoría de los casos el origen de este problema es de causa educativa, y el tratamiento también. Al fin y al cabo, los niños no nacen con manual de intrucciones, y es frecuente que cometamos ciertos errores en la mesa que en ocasiones pueden ocasionar un trastorno de la conducta alimentaria.

Dos ejemplos clásicos de errores que cometemos en la mesa:

  • Error: La atención que se le presta al niño: Cuando el niño se niega a comer utilizamos estrategias como juegos, cuentos, canciones, la TV… RESULTADO: el niño sigue negándose porque así recibe la atención que quiere. Bonificamos la conducta incorrecta (negarse a comer).
  • Error: Imitación del adulto: Los adultos rechazamos ciertos alimentos explícitamente, eligiendo otros que nos gustan más. RESULTADO: lo imitan porque se obtiene algo mejor. 



 

Estas son algunas soluciones iniciales que les proponemos para mejorar el comportamiento del niño ante la comida:
  • Control de estímulos: Es más eficaz ponerle la TV cuando ha comido correctamente que ponérsela para que coma. Cuando lo hacemos de este modo, premiamos al niño por haber comido. En el ejemplo anterior (ponerle la TV porque no come), estábamos premiando el no comer.
  • Reforzamiento positivo y extinción: No prestar atención a la conducta de no comer (sin comentarios, sin mostrar enfado… aunque no lo parezca, el niño está atento a nuestra reacción) y elogiar la buena conducta y los pequeños logros.
  • Modelado: Eliminar nuestros comportamientos inadecuados ante la comida y ejercer de modelos adquiriendo hábitos adecuados. En la comida, como en todos los demás aspectos de la vida, también es importante ser un ejemplo para nuestros hijos. No podemos pretender que nuestro hijo coma pescado si papá lo rechaza. También por ello es doblemente importante que tengamos una dieta sana cuando somos padres.
  • Refuerzo con fichas: Registro con pegatinas que el niño cumplimenta tras cada comida sin incidentes. Al conseguir 5 pegatinas se le concede un premio (material o de actividad).

     No debemos sentirnos mal por estos fallos, no soy un mal padre o una mala madre por cometer estos errores (resulta bastante natural que alguien se preocupe por la alimentación de su hijo). Sin embargo nuestra manera de preocuparnos y reaccionar ante la conducta de nuestro hijo en la mesa, puede tener un efecto contraproducente, y demorarnos a la hora de buscar solución, hará que el problema sea haga más grave o se extienda a otras facetas del comportamiento del niño; de ahí la miniguía que les acabamos de presentar. No obstante, si el problema persiste, o si tiene problemas para llevar a cabo estos consejos, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Podemos ayudarle.