Neuropsicóloga
Pocas cosas hay
que angustien más a un padre que el dejar a su hijo llorando en el
colegio o la guardería. Esto suele ocurrir con mucha frecuencia
durante la primera semana, pero hay niños que “alargan” su
proceso de adaptación, y siguen llorando al entrar al cole o incluso
mientras permanecen en él durante toda la mañana. Lo primero es
entender que el cambio es grande, pues del ambiente seguro y reducido
de casa les hacemos pasar a un sitio desconocido, con muchos extraños
y con rutinas nuevas.