Terapeuta Ocupacional
Centro Médico Pontevedra
¿QUÉ ES LA INTEGRACIÓN SENSORIAL?
La
Integración Sensorial es la capacidad que posee el sistema nervioso
central (S.N.C.) de interpretar y organizar las informaciones captadas
por los diversos órganos sensoriales del cuerpo. Dicha información es
analizada y utilizada por el cerebro para permitirnos entrar en contacto
con nuestro ambiente y responder adecuadamente, de manera funcional y
adaptativa al medio.
LA TEORÍA DE LA INTEGRACIÓN SENSORIAL
Fue
elaborada y desarrollada por la Terapeuta Ocupacional y Neurocientífica
estadounidense A. Jean Ayres, entre los años 60-70, quien a través de
sus propias investigaciones clínicas durante más de 20 años, estableció
la evaluación y tratamiento de las disfunciones en Integración
Sensorial.
La
Teoría de la Integración Sensorial es una respuesta científica a
múltiples y muy diversos problemas infantiles de aprendizaje, en su
desarrollo motor, lenguaje o en la conducta como por ejemplo:
hiperactividad, dificultades de lecto-escritura, descoordinación motriz,
alteraciones conductuales, problemas emocionales, dificultades de
aprendizaje académico, las disfunciones relacionadas con el autismo o
dificultades en el proceso de alimentación.
LOS 7 SENTIDOS:
Tradicionalmente,
reconocemos los sentidos que nos informan del mundo exterior: olfato,
gusto, visión, audición y tacto. Aunque la teoría de Integración
Sensorial tiene en cuenta la importancia de estos sentidos, centra más
su atención en aquellos sentidos que son fundamentales para conocer
nuestro cuerpo y su relación de éste con el mundo, información
fundamental para organizar nuestra conducta, nuestras emociones y
aprendizajes. Estos sentidos, denominados internos, son el vestibular (es el sentido del movimiento de nuestro cuerpo en el espacio), el propioceptivo (permite saber dónde está cada parte de nuestro cuerpo y cómo se está moviendo) y el táctil (fundamental en el desarrollo emocional del niño y su posterior comportamiento como adulto en sociedad).
El tacto, la propiocepción y el sistema vestibular son fundamentales para el desarrollo correcto del niño.
Cualquier niño puede presentar dificultades en Integración Sensorial aunque existen factores que favorecen su aparición.
FACTORES DE RIESGO:
- Problemas durante el parto.
- Factores hereditarios o químicos.
- Alteraciones genéticas.
- Prematuros.
- Problemas neurológicos.
- Niños que han tenido privación sensorial (por ejemplo adopciones de niños que han vivido en orfanatos).
SIGNOS DE DIFUNCIÓN EN INTEGRACIÓN SENSORIAL SEGÚN EDADES:
- Bajo tono muscular (muy blandito).
- Retraso psicomotriz (no camina bien, no sabe saltar, correr).
- Se cae o tropieza con facilidad, cocha contra objetos, dificultades de coordinación motriz, es patoso.
- Le dan miedo las actividades de motricidad gruesa (saltar, correr, jugar al fútbol).
- Se muestra ansioso o temeroso cuando es elevado del suelo (sus pies se separan del suelo, por ejemplo no quiere columpiarse).
- Camina de puntillas.
- Problemas de motricidad fina (escribir, dibujar, cortar con tijeras).
- Busca estímulos de forma exagerada y continuada, choca contra objetos o personas, busca el contacto con los demás constantemente y con brusquedad.
- Busca siempre escalar, saltar o trepar de manera desproporcionada.
- Problemas de alimentación: es muy quisquilloso en la comida, come solo alimentos concretos o de determinadas texturas.
- Demasiado afectable emocionalmente cuando se hace daño o por el contrario tiene mucha tolerancia al dolor.
- No le gusta caminar en superficies distintas (arena, hierba,…).
- Hiperactividad (en constante movimiento en su silla, necesita levantarse, se columpia, salta o gira durante horas sin parar).
- Hipoactividad (siempre se queda en clase, sin moverse demasiado).
- Dificultades atencionales con o sin hiperactividad.
- No quiere probar ni aprender cosas nuevas.
- Evita los juegos sucios o manipulación de elementos como barro, pintura de dedos, plastilina, mancharse las manos en general.
- Baja autoestima, se frustra y llora con facilidad.
- Retraso en el lenguaje, ya sea en la fluidez, en la pronunciación o retraso general. No le gustan los cambios de actividad o las modificaciones de la rutina.
- Frecuentemente rompe sus juguetes sin quererlo mientras está jugando.
- No le gustan determinados tipos de ropa (por su textura)
- Demasiado organizado (ordenado), con rutinas muy rígidas y marcadas.
- Muy desordenado, compulsivo.
- Escribe letras o número al revés.
- Dificultades para mantener el ritmo de sus compañeros.
- Problemas en grafismo: aprieta mucho con el lápiz, diferentes tamaños de letras, escritura ilegible…
- Tiene muchas pataletas que no tienen una justificación aparente.
- Parece entender sólo a veces.
Para más información:
Rosa Ana Sánchez Sastre
Terapeuta Ocupacional
Formación en Integración Sensorial por la Universidad del Sur de California y la WPS
Tlf. 661 69 00 25