En este vídeo hablamos de un motivo de consulta tremendamente frecuente en el niño, con tendencia a la desaparición conforme se llega a la edad adulta. No obstante, incluso en el adulto es una patología nada rara.
Realmente, cuando hablamos de otitis aguda, frecuentemente estamos hablando de dos tipos de otitis completamente distintas, y que sólo se parecen en su síntoma guía: el dolor de oído. No son los dos únicos tipos de otitis aguda (también existen otras patologías como las laberintitis), pero entre ambas suman una inmensa mayoría de los casos totales de otitis.
Por ello, en el vídeo explicamos brevemente la anatomía básica del oído para, a continuación, explicar qué es una otitis EXTERNA y qué es una otitis MEDIA.
El primer tipo (otitis externa), casi siempre es debido a patologías infecciosas y/o irritativas del conducto auditivo externo, por causas tan comunes como la entrada de agua o la inflamación por manipulación (una de las razones por las que los médicos solemos desaconsejar el uso de bastoncillos para limpieza, dado que la abrasión que originan puede provocar otitis externas.
El segundo tipo (otitis media), sin embargo, es debido a patologías más internas, más allá del tímpano, y casi siempre son consecuencia de una disfunción del único conducto de ventilación y drenaje que tiene nuestro oído medio: la trompa de Eustaquio, habitualmente por causas catarrales, aunque las irritaciones químicas y las alergias también pueden causar esta disfunción.
Esta diferencia clara, hace entender bien por qué en unos casos se puede tratar una otitis con tratamiento tópico (gotas), que es el caso de las otitis externas; y sin embargo, se considera absurdo tratar el otro tipo con este tratamiento, dado que las gotas de antibiótico difícilmente van a ser capaces de atravesar el tímpano para llegar al oído en concentraciones aceptables. Al fin y al cabo, la impermeabilidad del tímpano es la razón por la que se necesita una trompa de Eustaquio funcional.
Creemos que este vídeo les ayudará a tener una idea previa de cómo identificarlas, cómo prevenirlas (por ejemplo, taponando el oído antes de meterse en el agua en las personas sensibles a las otitis externas), y, como todos estos vídeos, sirven para comprender que el diagnóstico médico no es fruto de la arbitrariedad, sino de unas causas muy concretas y bien estudiadas: