Iago López Gálvez
Médico de Familia
Como muchos de Vds. habrán comprobado a través de la prensa, la Agencia Española del Medicamento ha ordenado inmovilizar cautelarmente las dosis de la vacuna Chiromas y Chiroflu, de la compañía Novartis, presente en los puntos de vacunación. El motivo de esta retirada ha sido la observación externa de unas partículas flotantes que parecen ser precipitados (sedimentos) de las proteínas de la propia vacuna; no obstante se ha suspendido la administración de la misma hasta no tener garantías de que así es, y de este modo poder garantizar su inocuidad. Hasta la fecha, no ha sido reportada ninguna reacción adversa en las personas que ya la han recibido, y no es de esperar que las haya, si se confirman los resultados de los primeros análisis.
En nuestro punto de vacunación, al igual que todos los que dependen de la consellería de Sanidade, se administran dos tipos de vacunas: Gripavac (del laboratorio MSD-Pasteur) para la población general, y Chiromas, del laboratorio Novartis, para la población mayor de 75 años.
El motivo de esta diferencia se basa en el hecho de que la población senecta dispone de menos capacidad inmunogénica que la población joven para estas vacunas (es decir, producen menos anticuerpos protectores ante una dosis de vacuna antigripal), y esto se compensa en los últimos años administrándoles esa vacuna Chiromas, cuya diferencia esencial con la "normal" es que incorpora el adyuvante MF-59, que potencia la respuesta inmunitaria del anciano vacunado.
Por ello, los pacientes de edad mayor o igual a 75 años, pueden recibir desde el primer momento una vacuna convencional Gripavac o bien esperar unos días al dictamen sobre Chiromas. Mi opinión personal es que es preferible esperar a dicho dictamen, al menos una semana, dado que no es probable que la epidemia de gripe estacional debute próximamente, y que los niveles de protección de la vacuna adyuvada son más adecuados para el paciente anciano.
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