Raquel Martínez Garnelo
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
En
el presente artículo me gustaría hacer hincapié en los diuréticos que
para según que afecciones puede ser perjudiciales pudiendo correr riesgo
la vida del paciente.
Advierto, que a menudo muchos
pacientes llegan a la consulta aquejados de retención de líquidos,
información aportada por personas de dudosa profesionalidad; que, con
ánimo de vender productos, hacen creer a sus clientes que padecen esta
dolencia. Por todo ello, busco abordar dicho tema de la mejor manera
posible, para que ustedes tengan la información adecuada. Digamos que
este artículo pretende ser una guía para aquellas personas que creen
padecer esta dolencia.
En primer lugar, veo importante recordar al lector que el agua es el componente mayoritario de nuestro organismo, estamos compuestos por ¼ de materia seca y ¾ de agua.
Una vez dado este dato, percatémonos de la importancia que el agua
tiene en nuestro organismo, interviene en la regulación de la
temperatura corporal, en las reacciones bioquímicas, transporte de
sustancias por el aparato digestivo y circulatorio…No pretendo
aburrirles, simplemente hacerles ver que todos estos procesos, son
esenciales para la vida y que el agua es un ingrediente fundamental en ellos.
Entre los muchos factores que influyen en el agua corporal se incluyen, por ejemplo:
- El sexo: el hombre tiene mayor porcentaje de agua que la mujer, esto se debe a que tiene más masa muscular y el músculo contiene mucha agua.
- Células adiposas: contiene poca agua, por lo tanto, el agua corporal disminuye con su incremento, es decir, a mayor grasa, menor agua. En consecuencia, los obesos tendrán un menor porcentaje de agua que las personas con un peso adecuado.
- La edad: el agua disminuye con el incremento de la edad, en un recién nacido es del 70% mientras que en un anciano ronda entre el 45 y el 55% (por tanto, mayor masa grasa y menor masa magra).
Dicho esto, me gustaría dejar claro que
los diuréticos no sirven para adelgazar, sí una persona padece de
obesidad o sobrepeso, no es por exceso de agua sino por un exceso de
masa grasa y esta no se elimina por la orina. El tomar diuréticos en
estos casos, lo único que consigue es una disminución de peso engañosa
(puesto que repito, es a base de agua) y una disminución de la presión
arterial lo que originará entre otros síntomas que se encuentren
cansados, mareados, lipotimias, taquicardias, deshidratación etc.…
El acúmulo de líquido puede ser debido a distintos factores, por lo que siempre, repito siempre, se debe investigar la causa. Ahora bien,
¿Qué es un edema? ,
Un edema es una hinchazón causada por un fluido atrapado en los tejidos corporales, es un acúmulo anormal de fluido.
¿Dónde se puede presentar?
En todo el cuerpo (anasarca), lo que se conoce como edema generalizado o masivo, es común en las personas gravemente enfermas.
Solo en una parte específica (pies, tobillos, piernas, cara, manos)
¿Cuales son las causas? A grandes rasgos cardíacas, hepáticas y renales.
A continuación enumeraremos algunas de las muchas consecuencias de los distintos edemas:
Cardíacas: Edema en la insuficiencia cardíaca: trastornos hormonales, síntesis proteica disminuida, pérdida de proteínas..., Edemas por trastornos del flujo venoso: coágulo sanguíneo, trombos de células malignas
Hepáticas: Edema de la cirrosis hepática: trastorno de la síntesis de albúmina, retención de agua y sodio.
Renales: Edema del síndrome nefrótico: proteinuria, hipoproteinemia, hiperlipidemia y lipiduria, Edema del síndrome nefrítico: HTP, hematuria y proteinuria leve o moderada.
Mixedema: deficiencia de las hormonas tiroideas activas.
Linfedema: procesos infecciosos, trombosis por células neoplásicas, irradiaciones.
Otros edemas:
* Edema de la gravidez: Se produce por el aumento de sustancias hormonales (maternas, fetales y placentarias) que retienen sodio.
* Edema premenstrual: Parece depender del exceso de estrógenos, los cuales retienen sodio. Edema temporal.
Debemos
tener en cuenta que en el transcurso del ciclo menstrual, es normal la
retención hídrica durante ciertos días, esto no afecta en nada a la
bajada de peso, además, el aumento engañoso y transitorio de peso se
desprecia al saber su motivo, es importante apuntar que nunca se trata
porque es algo momentáneo, en cualquier caso, les indico que la
diferencia de peso en estos casos es inapreciable.
Como
ven todos estos problemas tiene una gravedad que debe ser tratada como
es debido, ¿o acaso, cuando tenemos una rotura de un hueso vamos a un
curandero? . Sólo en estos casos o en sus variantes, aparecen edemas, por favor, que no les vendan cuentos chinos.
¿Qué
pretendo decirles con esta información? que cada edema tiene un origen,
una raíz, y que lo primordial es dar con ella, para poder eliminar el
problema y tratarlo adecuadamente.
Todas
las consecuencias que se enumeran anteriormente pueden determinarse a
través de diversas pruebas (sangre, orina, hormonales, pruebas de la
función renales, función hepáticas, electrolitos…). Cada prueba nos
informa de su gravedad, origen y tratamiento.
Por
tanto, si un Dietista- Nutricionista percibe por algún examen rutinario
(físico, orina, sangre…) algún signo al respecto, la manera adecuada de
proceder, es derivarlo al facultativo adecuado para que éste, lo trate
conjuntamente con el Dietista-Nutricionista, indicando las pruebas
oportunas (pruebas de la función renal, hepática…) y con ello
localizar el origen del problema y buscar su solución según su historia
clínica y a través de la dietoterapia pertinente (y ahí, y solo ahí,
valorar si el paciente precisa el consumo de medicación, diuréticos… y
precisar cual es el más indicado para la persona, puesto que, según su
historia podrían estar contraindicados, no olvidemos que los
diuréticos interviene en más campos que en la pérdida de líquidos,
contrariamente a lo que la población cree).
En
conclusión, el consumo de un diurético herbal, ni supone una perdida de
peso real, ni soluciona el problema de origen y entonces ¿de que me
sirve? Reflexione.
Raquel Martínez Garnelo
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Miembro de la AED-N nº asociado 2208
Dietista–Nutricionista Hospital Policlínico La Rosaleda
Dietista-Nutricionista Centro Médico Pontevedra
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